La invitacion es a entrar en un viaje, un viaje de retorno a casa, El regreso a nosotras iguales. Un viaje que no hacemos solas, lo hacemos en un Grupo de Reflexión, este nos permite ver, sentir, valorar, amar el panorama amplio para ir adentrándonos en el origen espiritual de todo lo que nos ocurre como mujeres y seres humanos. Todo lo que existe en algún lugar del mundo también existe en nosotras. Cuando aceptamos esos distintos aspectos de nuestro ser, reconocemos nuestra conexión con la conciencia universal y expandimos nuestra conciencia personal.

Todos somos extensiones del campo universal de energía, distintos puntos de vista de una única entidad. Esto implica ver todas las cosas del mundo, a todas las personas del mundo, y darnos cuenta de que estamos mirando otra versión de nosotras iguales. Tú y yo somos lo mismo. Todos somos espejos de los demás y debemos aprender a vernos en el reflejo de las demás. Espejo de las relaciones. A través del espejo de una relación, descubro mi yo. Todo lo que veo a mi alrededor es una expresión de mi misma.